Las alergias afectarán a la mitad de la población en una década

La enfermedades alérgicas están en aumento con una complejidad y gravedad sin precedentes. Sin moderación y sin discriminación tanto por los países desarrollados como los que se encuentran en desarrollo. Los motivos, multifactoriales: contaminación, hábitos de alimentación e higiene, métodos de cultivo, etc. Hace 20 años, las alergias afectaban al 20% de la población, y ahora se estima que en 2025 este porcentaje se eleve hasta el 50%. Hoy queremos responderos a unas cuantas preguntas sobre este aumento sin freno.

¿QUÉ ES LA ALERGIA?

La alergia es una reacción de defensa del organismo frente sustancias externas que penetran en el cuerpo. En las personas alérgicas, como no ocurre en las personas no alérgicas, esta lucha se realiza mediante mecanismos que se vuelven dañinos contra el propio organismo, lo que causa los síntomas de alergia.

¿CUÁLES SON LAS ENFERMEDADES ALÉRGICAS QUE MÁS ESTÁN CRECIENDO?

Entre las enfermedades cuya incidencia más está aumentando se encuentran el asma; la rinitis alérgica, que ya afecta a entre el 10-30% de la población; la anafilaxia; las alergias alimentarias y a los insectos; los eczemas; la urticaria, y el angioedema.

¿CUÁLES SON LAS CLAVES DEL AUMENTO DE LAS ALERGIAS?

• Componentes genéticos: los trastornos alérgicos son heterogéneos e implican importantes interacciones gen-ambiente (epigenética).
• Alérgenos (sustancias capaces de provocar respuestas alérgicas): la sensibilización a proteínas extrañas en el ambiente está presente en hasta el 40% de la población, y está principalmente asociada a la exposición a pólenes, mohos, ácaros del polvo y cucarachas.
• La contaminación: los principales estudios epidemiológicos muestran que la contaminación afecta la salud respiratoria y conlleva un aumento de la prevalencia de asma y enfermedades alérgicas. La mala noticia es que se espera que el calentamiento global aumente los efectos del aire exterior sobre la salud. La exposición a contaminantes está asociada con nueva aparición de asma, exacerbaciones del asma, rinitis, rinoconjuntivitis, infecciones respiratorias agudas, y aumento del uso de medicamentos antiasmáticos.
• Factores relacionados con el estatus económico y social: existen disparidades en la gravedad y los niveles de mortalidad de enfermedades como el asma, que afecta más a personas con menos recursos sociales y económicos. El asma y otros trastornos atópicos pueden ser más concentrados en regiones menos desarrolladas porque estas personas también están expuestas a un ambiente de menos calidad y en condiciones poco saludables, como ocurre en los países en desarrollo.
• Cambio climático: el calentamiento global, junto con las exposiciones de contaminantes del aire, pueden tener consecuencias adversas potencialmente graves. Las altas temperaturas de verano tienen un impacto en los índices de exacerbación de síntomas alérgicos (sobre todo en ancianos).

¿QUÉ ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN SE ESTÁN LLEVANDO A CABO?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido una serie de medidas de prevención primarias:

• Evitar la exposición al humo del tabaco, especialmente durante el embarazo y en la infancia.
• Reducir los contaminantes en el hogar.
• Lactancia materna hasta los 4-6 meses de edad del bebé
• Reducir la exposición a alérgenos en niños de alto riesgo.
• Evitar los agentes altamente irritantes en entornos ocupacionales. En caso de que esto no sea posible, implementar medidas para evitar la exposición de los empleados.

¿QUÉ ES LA TOLERANCIA A LOS ALÉRGENOS?

La tolerancia a los alérgenos ha tomado importancia en los últimos años como estrategia potencial para prevenir, e incluso tratar, las enfermedades alérgicas. Cuando existe tolerancia, el sistema inmunitario del cuerpo, encargado de defender al organismo frente a los ataques del exterior, reconoce sustancias extrañas pero las neutraliza. Como ya hemos comentado, esto no ocurre con las personas alérgicas.

Pues bien, existe la idea de que la tolerancia podría aumentarse y a la vez reducir la incidencia de las enfermedades alérgicas. Esto nace de la acumulación de evidencia científica que indica que un ambiente rico en microbios durante la infancia podría reducir el riesgo de desarrollar enfermedades alérgicas más adelante en la vida, pues para el desarrollo correcto del sistema inmunitario se requiere una actividad constante de “lucha” frente a agentes extraños. Esto se complica con la urbanización de la sociedad, con la que se ha producido una reducción en la cantidad y diversidad de la microbiota ambiental. El sistema inmunitario, pues, no trabaja.

Aunque los estudios “oficiales” abogan por el uso de vacunas y estrategias menos controvertidas, no está de más listar algunas maneras de afectar el sistema inmunitario y, por ende, en la tolerancia a los alérgenos:

• Vivir en una granja.
• Llevar una vida antropofósica.
• Usar probióticos.
• Usar productos fermentados (no probado en humanos).
• Consumo de fruta fresca y vegetales, así como leche de vaca de calidad (de granja).
• Consumo de kéfir (no probado en humanos).
• Seguir una dieta saludable como la mediterránea.
• Pasar tiempo en la naturaleza y llevar a cabo actividades físicas de exterior.

Fuentes | World Allergy Organization (WAO) White Book on Allergy: Update 2013