La felicidad consiste en “disfrutar de aquello que no nos falta, y no en desear lo que nos falta”, así lo afirma Ramón Bayés, catedrático emérito de Psicología de la Universidad de Barcelona. El experto explica que la felicidad radica en vivir el presente con la máxima atención y marcarse objetivos y proyectos realistas, sin condicionar tu felicidad a la consecución de los mismos. Añade que deberíamos llenar nuestra vida de valores intrínsecos como son la amistad, la familia, la solidaridad y la vida social y tener unos valores intercambiables (dinero y poder) a unos niveles justos para vivir. Aconseja tener momentos de reflexión, ser agradecidos y generosos e intentar hacer felices a las personas con las que compartimos nuestro tiempo: amigos, familia, compañeros, pareja, etc.
Realizar todas estas actividades requiere humildad y cuidarse uno mismo, para después poder transmitir este sentimiento a los demás. Una persona alegre transmite alegría, una persona triste nos provoca el mismo sentimiento. Sin embargo, ser feliz depende de ti, a la vez que tu cerebro te ayuda a que así sea. Es un círculo que requiere cuidarse uno mismo y cuidar nuestro cerebro.
LAS ENDORFINAS TE HACEN FELIZ
Cuidarse uno mismo está directamente relacionado con las actividades diarias que hacemos. También con nuestra alimentación diaria y con la producción de las llamadas endorfinas, sustancias que nuestro cuerpo sintetiza y que influyen directamente en nuestro estado de ánimo. Son conocidas también como las moléculas de la felicidad y activándolas, no sólo nos proporcionan esta sensación, sino que además alivian el dolor y el malestar. Se sintetizan en el hipotálamo y en la hipófisis y se consideran opiáceos naturales del organismo. Se calcula que pueden ser hasta 20 veces más potentes que los medicamentos contra el dolor. Sentirse feliz depende, en gran parte, de la liberación de las endorfinas.
Toma nota de las actividades que te ayudarán a aumentar los niveles de endorfinas o, dicho de otra manera, que te harán sentir más feliz:
El ejercicio físico
Correr, bailar, esquiar, patinar, nadar, caminar… es la mejor y más efectiva manera de producir y liberar endorfinas. Fíjate cómo te sientes después de una buena sesión de entrenamiento. ¡Solo por ello vale la pena!
Reír
Cualquier actividad que a ti te haga reír te producirá endorfinas. Solo o acompañado, ¡ríete! Pasa tiempo con aquellos que te hacen reír.
La luz del sol
El sol en contacto con nuestra piel ayuda a obtener esta sensación de bienestar total. Ponte al sol unos minutos siempre que puedas, deja que penetre en tu piel y siente sus efectos.
Yoga y meditación
Estas dos técnicas, además del tai chi y los ejercicios de respiración consciente, son un gran aliado para la liberación de endorfinas. Pruébalo y evalúa tú mismo/a la sensación posterior.
Contacto físico
Los abrazos, las caricias, los besos y el sexo placentero estimulan también la producción y liberación de endorfinas. De hecho, es tal la liberación de endorfinas que puede llegar a modificar la percepción que tenemos de nuestra pareja aumentando su atractivo físico a nuestros ojos.
Escuchar música
Las melodías generan en nuestro cerebro una liberación de las endorfinas y una agradable sensación de placer. Además, se reduce la frecuencia cardíaca y respiratoria. Y si además cantas, ¡multiplicas sus efectos!
La creatividad
Escribir, pintar, moldear, esculpir… los artistas viven mucho más felices. Destinar tiempo a estas actividades es una buena manera de sentirse mejor.
Comer chocolate
Afrodisíaco, irresistible, adictivo.. y no sólo esto, sino que además el chocolate ayuda a liberar endorfinas. Come un pequeño trozo y saboréalo en la boca, no lo mastiques y tragues de manera rápida. Déjalo deshacer en la boca y siente sus efectos.