El Nolotil, un medicamento ampliamente utilizado en España para el alivio del dolor y la fiebre y cuyo principio activo es el metamizol, ha vuelto a ser centro de atención debido a la apertura de una investigación por parte de la Fiscalía de la Audiencia Nacional sobre sus posibles efectos adversos, en contraste con afirmaciones de fuentes médicas y análisis que defienden su seguridad y eficacia. Este escenario refleja la polarización existente entre la preocupación regulatoria y la confianza médica en uno de los analgésicos más consumidos en el país.
LA INVESTIGACIÓN EN CURSO
La Fiscalía española ha solicitado a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) un informe detallado sobre el Nolotil, tras recibir denuncias sobre sus efectos secundarios. Entre las preocupaciones se destaca la agranulocitosis, una condición potencialmente fatal caracterizada por una disminución significativa de los glóbulos blancos, que ha mantenido el medicamento bajo escrutinio desde 2018. A este efecto, AEMPS publicó una revisión a finales del 2023 en la que mantenía las mismas recomendaciones que las del 2018.
UNA PERSPECTIVA DE SEGURIDAD
Por otro lado, fuentes como Maldita.es y médicos a quienes han consultado subrayan la seguridad del metamizol, utilizado para el dolor agudo moderado o intenso. Resaltan que los efectos adversos, aunque graves, son extremadamente raros, y que la agranulocitosis afecta potencialmente a uno de cada 10.000 pacientes. Desde este medio se insiste que el Nolotil, como cualquier medicamento, puede provocar efectos secundarios, y que lo importante es seguir las pautas de uso que recomiendan los profesionales sanitarios y que vienen reflejadas en el prospecto.
EL CONTEXTO INTERNACIONAL
El Nolotil está prohibido en varios países, incluido el Reino Unido, Estados Unidos, India y Australia. En 2018, tras la muerte de 10 turistas británicos en España que se atribuyó a la ingesta de Nolotil, llevó a una asociación británica de personas afectadas a demandar al gobierno español por no proteger de manera adecuada a los turistas ingleses. Esta situación pone de relieve diferencias regulatorias y de percepción del riesgo entre países.
EVIDENCIA CIENTÍFICA Y RECOMENDACIONES
Estudios recientes sugieren que la predisposición genética, especialmente en poblaciones del norte de Europa, podría influir en el riesgo de desarrollar agranulocitosis, el temido efecto adverso del medicamento. Esto ha llevado a recomendaciones de uso cauteloso en turistas o en poblaciones con características genéticas específicas.
Mientras la controversia continúa, ambos lados del debate coinciden en la importancia de seguir las pautas de uso recomendadas por los profesionales sanitarios y de estar atentos a los efectos adversos. La investigación de la Fiscalía y la atención renovada sobre el Nolotil podrían ofrecer una oportunidad para revisar y potencialmente actualizar las prácticas de prescripción y monitorización del medicamento en España.