Intolerancia, alergia o sensibilidad al gluten. Existen varias reacciones al gluten. Cada uno de nosotros responde de manera diferente a su ingestión, y las respuestas adversas pueden darse por intolerancia (celíacos), alergia y sensibilidad. Estas tres reacciones generan mucha duda y en general se engloba todo en una intolerancia al gluten. Y a parte de esta confusión, también debemos tener en cuenta que en muchas ocasiones somos sensibles al gluten sin saberlo.
INTOLERANCIA AL GLUTEN (ENFERMEDAD CELÍACA)
¿Qué es exactamente la intolerancia al gluten? Es un trastorno del intestino delgado provocado por una respuesta inmunitaria del cuerpo al consumir esta glucoproteína. En otras palabras: el cuerpo no reconoce el gluten, lo que genera una respuesta para “atacar” a este “enemigo” que no conoce. Este ataque provoca una afectación del sistema intestinal, que es la base de una larga lista de problemas que pueden suponer para el cuerpo: diarreas, pérdida de peso, dolor abdominal, hinchazón, etc.
Sin embargo, hay algunos síntomas que son más tardíos y que pueden ser intermitentes y más leves, lo que puede crear confusión y no relacionarse con la intolerancia al gluten: caída del cabello, fracturas ante golpes leves, cuadros de anemia o incluso un índice más elevado de espermatozoides anómalos en los hombres. Estos síntomas, al aparecer de manera intermitente, pueden quedar escondidos. Como consecuencia, podemos no darnos cuenta de que nuestro cuerpo no tolera el gluten y que, por lo tanto, lo estamos dañando.
Más allá de estos síntomas tan diversos, que pueden sugerir la presencia de enfermedad celíaca, para su diagnóstico es necesario que se cumplan dos requisitos más. Por un lado, la presencia de niveles positivos de a-tTG-Iga. Por otro lado, también es precisa una biopsia intestinal para comprobar el estado del intestino delgado.
SENSIBILIDAD AL GLUTEN
La sensibilidad al gluten es una alteración muy nueva. No constituye ni una intolerancia ni tampoco una alergia, puesto que las pruebas diagnósticas para determinar alergia o intolerancia son negativas. No obstante, el consumidor también mejora de forma notable cuando deja de consumir esta glucoptroteína. En este caso los síntomas relacionados pueden ser digestivos, como digestiones más largas, pesadez o hinchazón. Sin embargo, en su gran mayoría, los síntomas son muy diferentes: dolores articulares, fatiga, cambios de humor, cefaleas o anemias, etre otros.
Podemos saber que hablamos de una sensibilidad si dejamos de consumir gluten y nos sentimos mucho más ligeros, con más energía y con una digestión mucho mejor. Por el contrario, al volver a consumirlo, los síntomas reaparecen. En mi opinión, un elevado porcentaje de la población se encuentra en este grupo sin saberlo.
ALERGIA AL GLUTEN
La alergia es poco común. En las personas alérgicas, el consumo de gluten desencadena también anticuerpos IgE. El organismo no reconoce el gluten y lo ataca provocando síntomas como picores, hinchazón o dificultad respiratoria. Sin embargo, no hay una afectación intestinal como en la intolerancia. En este caso, la alergia provoca un proceso igual que el que se produce en personas alérgicas al marisco o a los frutos secos: reacciones inmediatas que pueden llegar a ser también graves.
EFECTOS DEL GLUTEN
El gluten puede causar una multitud de reacciones en el cuerpo humano. Poco a poco se va demostrando lo que se ha conocido desde hace mucho tiempo en la práctica pero que la ciencia no decía, que muchas de las respuestas de cuerpo al gluten no son intestinales, y que una sensibilidad al gluten o una intolerancia pueden provocar síntomas como: pensamiento confuso, fatiga, dolores de cabeza, letargo, dolor en las articulaciones, depresión, ansiedad, problemas de peso, así como los problemas intestinales típicos de diarrea, calambres, distensión abdominal y estreñimiento.
No obstante, la buena noticia es que muchos de estos síntomas mejoran considerablemente o desaparecen por completo cuando se elimina el gluten de la dieta.
LA SOLUCIÓN
Para aquellas personas sensibles al gluten, sospechen que lo puedan ser o que, simplemente, quieren comprobar cómo reacciona su cuerpo al dejar de consumir gluten, les invito a que lo excluyan de su dieta durante un mínimo de dos semanas. Aunque aparentemente no se sospecha acerca de una posible sensibilidad, la gran mayoría nota beneficios increíbles. Existen muchas alternativas al gluten, y las mejores son los cereales que no contienen esta proteína. Ojo con la gran cantidad de productos libres de gluten pero llenos de conservantes, espesantes, azucares y aditivos. Como siempre, come lo más simple y menos procesado que puedas.