La industria azucarera PAGÓ miles de dólares a los científicos
para que “revisaran” algunos estudios.
No lo decimos nosotros, en esta ocasión ha salido por fin a la luz lo que algunos profesionales del sector nunca habíamos dudado: el problema no es la grasa, sino que el problema está en el azúcar. Un meticuloso y delicado informe publicado en Archives of Internal Medicine revela que la industria del azúcar pagó en 1967 una gran cantidad de dinero a importantes figuras de la salud y la nutrición para restar importancia al papel del azúcar en las enfermedades cardiovasculares y, en su lugar, culpar a las grasas saturadas.
Desde Salud entre líneas no hemos dudado nunca del papel del azúcar en la salud del organismo. Seguimos pensando que es la mayor de nuestras adicciones y el mayor de nuestros problemas. Sabíamos que la aparente inocuidad del azúcar era falsa y, por fin, ahora se nos aclaran algunas dudas.
INDUSTRIA DEL AZÚCAR. EL DINERO VALE MÁS QUE TU SALUD
Los responsables del estudio revelan que, en 1967, la industria azucarera pagó más de 47.000$ para manipular los resultados de diferentes estudios sobre las enfermedades del corazón. Los científicos accedieron a minimizar el papel del azúcar en este tipo de enfermedades y apuntaron a la grasa saturada como cabeza de turco. ¿Qué nos dice esto? A parte de darnos cuenta de cómo juegan con nosotros como si fuéramos puras marionetas, que ya ni nos sorprende, nos indica que las pautas alimentarias establecidas durante décadas se realizaron bajo sobornos de una industria que a día de hoy es una de las más potentes.
En 1965 un estudio confirmó que el azúcar, y en especial la fructosa, elevaba los marcadores de enfermedad cardiovascular. Tras dos días de esta publicación el comité ejecutivo de la Fundación de Investigación del Azúcar (Sugar Research Foundation) publicó una revisión del estudio “aprobada” por los científicos en la que se rectificaba esta relación entre azúcar y enfermedad cardiovascular y, en su lugar, relacionaba directamente la grasa como causa principal de la enfermedad coronaria.
DULCES MENTIRAS
Se calcula que la industria azucarera ha gastado cerca de 600.000$ (5,3 millones de dólares en 2016) para formar a especialistas y mantener la firme decisión de que, y cito textualmente, “el azúcar es lo que mantiene a todo ser humano vivo y con la energía suficiente para enfrentarse a los problemas diarios”.
La industria azucarera continuó financiando la investigación sobre las enfermedades del corazón y otras enfermedades crónicas. Otro ejemplo, en 1971, influyó en el Institute of Dental Research’s National Caries Program (Instituto Nacional de Investigación de Caries Dentales) para cambiar su enfoque y evitar restringir el consumo de azúcar como medida preventiva de la aparición de caries.
Hoy en día existen múltiples investigaciones, no financiadas por la misma industria, que demuestran una relación entre el azúcar y las enfermedades cardiovasculares, a la vez que apunta el papel de las grasas como secundario.
Son muchas las industrias que subvencionan investigaciones para influir en la evaluación de los riesgos y beneficios de sus productos. La influencia de la industria en la investigación nutricional está siendo cada vez más determinante.
En esta ocasión, y debido a que las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte en el mundo, se ha investigado a fondo el papel del azúcar y su curiosa NO relación con la enfermedad. Los autores del estudio consideran que se debería dar menos peso a los estudios financiados por la industria alimentaria.