miércoles , 1 mayo 2024
¿Cómo afectan los estereotipos negativos en el deporte femenino?

¿Cómo afectan los estereotipos negativos en el deporte femenino?

Hay deportes que son vistos como más masculinos que otros, como es el caso del fútbol o el rugby. Otros son concebidos como más femeninos, como la danza o el patinaje. También hay deportes que son considerados más neutros, como la natación, el tenis o la hípica. Esta concepción del deporte se asimila a través de un aprendizaje cultural y social que favorece las diferencias de género no sólo en el ámbito deportivo, sino en todos los ámbitos de la sociedad.

Estos estereotipos afectan la elección de las mujeres por un deporte u otro, especialmente en la adolescencia, cuando se busca el apoyo social (familia, amigos, etc.). Por ello, muchas mujeres acaban por dedicarse a deportes más “femeninos”.

Pero también hay mujeres que deciden optar por un deporte “de hombres”. En estos casos, tras la decisión deben comenzar a enfrentarse a los estereotipos negativos de cuando una mujer decide practicar un deporte considerado masculino.

“EL FÚTBOL FEMENINO, NI ES FÚTBOL, NI ES FEMENINO”

Hablemos del caso del fútbol femenino. A pesar del innegable crecimiento que ha habido en los últimos años, aún son demasiado comunes las afirmaciones del tipo: “el fútbol femenino, ni es fútbol, ni es femenino”. La mujer es, sencillamente, peor como jugadora de fútbol, y es un punto de vista que se desarrolla con independencia del éxito de las mujeres en el campo. No existe una imagen positiva de la mujer futbolista porque es un deporte “de hombres”, de modo que los recursos de las federaciones siguen siendo dirigidos a ellos.

Todos estos estereotipos negativos afectan a la larga al desarrollo del deporte femenino en general: menos inversión, menos cobertura, menos publicidad y menores salarios. ¿Podrían afectar también al rendimiento de las deportistas dentro del terreno de juego?

MÁS TIEMPO PARA LOS REGATES

Al parecer sí, según un nuevo trabajo llevado a cabo por investigadores de la Universidad Goethe en Frankfurt (Alemania) y publicado en la revista Psychology of Sport and Exercise. Según este trabajo, someter a las jugadoras de fútbol femenino a un estereotipo negativo acerca de sus capacidades reduce su velocidad de regate de manera significativa. Los autores del trabajo, residentes en Alemania, viven en el único país en que los equipos nacionales de fútbol, tanto el femenino como el masculino, han ganado campeonatos del mundo.

En el estudio participaron 36 jugadoras adolescentes de fútbol femenino de tres equipos de fútbol de Frankfurt, de un nivel relativamente alto y competitivo. Se pidió a las participantes que leyeran uno de dos artículos ficticios. El primero hablaba sobre la inferioridad femenina en el fútbol, y el segundo, de la creciente popularidad del fútbol femenino. Tras leer el artículo, tuvieron que responder, en una escala de siete puntos, si estaban más o menos de acuerdo con la siguiente afirmación: “Creo que tanto niños como niñas juegan al fútbol igual de bien”.

Tras leer este artículo, las participantes tuvieron que completar un ejercicio de regate que ya habían realizado antes de la lectura. Una vez finalizada esta segunda tanda de ejercicios, los científicos compararon los resultados para responder a la pregunta de si los estereotipos negativos podrían afectar al rendimiento. Los resultados mostraron que las mujeres que habían leído el artículo con estereotipos negativos necesitaron significativamente más tiempo para completar el ejercicio que las que habían leído el artículo positivo.

Este estudio confirma los resultados de investigaciones previas al demostrar que las jugadoras se ven influidas por la amenaza de los estereotipos ya en sus años de adolescencia, lo que apunta a la importancia de la intervención temprana a través de estímulos y mensajes positivos. Y más inversión. Y más interés por parte de las federaciones. Y más respeto.

PROFECÍA AUTOCUMPLIDA

Ya hablamos recientemente, en Salud entre líneas, de la importancia de poner etiquetas y del peligro que éstas conllevan. Estigmatizan a la persona y, lo que es peor, acaban por incidir directamente en su comportamiento ya sea para bien o para mal. Es una posible explicación a lo que les ocurrió a las jugadoras de fútbol del estudio, que acabaron por “cumplir” lo que se esperaba de ellas: no ser buenas en su deporte.

La influencia que podemos tener sobre los demás ha sido estudiada en la denominada teoría de la profecía autocumplida (término acuñado por el sociólogo Robert K. Merton en 1948). Esta teoría postula que las expectativas de una persona determinan su conducta, lo que provoca una respuesta que confirma las expectativas iniciales. También se le conoce como efecto Pigmalión.

Este efecto se ha trabajado mucho en los estudiantes. En este sentido, cómo los profesores y profesoras actúan delante de un estudiante, así como las expectativas que tienen hacia ellos, puede afectar directamente en su rendimiento académico. El famoso estudio de Robert Rosenthal y Lenore Jacobson en la década de 1960 confirmó la existencia de este efecto. De hecho, fueron ellos quienes bautizaron la expresión “efecto Pigmalión”.

En el estudio, se proporcionó información falsa a profesores de una escuela de San Francisco. Dicha información estaba relacionada con el supuesto potencial de aprendizaje de los alumnos. En realidad, los alumnos de la lista proporcionada a los profesores habían sido escogidos al azar. ¿Cómo tratarían los profesores a sus estudiantes tras esto? Los resultados del estudio mostraron que las expectativas positivas ayudaron a los estudiantes a tener mejores resultados en pruebas de inteligencia, y al revés.

Fuente | Alpha Galileo, altorendimiento

Sobre Núria Llavina

Experta en divulgación médica y científica, Núria es periodista por la Universitat Autònoma de Barcelona y posgrado en procesos editoriales por la Universitat Oberta de Catalunya.

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Un comentario

  1. Completamente de acuerdo, Núria, El fútbol es fútbol y cuando lo ves sin la venda de “las etiquetas” como espectador aficionado, puedes disfrutar tanto o más de los partidos del Mundial femenino, que de esta última y aburridísima Eurocopa masculina.

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