Una infección leve causada por un virus, aparentemente inofensivo, podría ser la responsable de la aparición de la enfermedad celíaca en humanos. Ésta es la conclusión a la que han llegado un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago. Los expertos han hallado que una infección provocada por un reovirus, que causa problemas respiratorios y gastronitestinales de carácter leve, puede acabar produciendo esta afección, de carácter crónico y que produce la imposibilidad de reconocer la proteína del gluten en el organismo. Las personas que la sufren, alrededor del 1% de la población, no pueden consumir gluten, presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno, así como también la espelta y el kamut.
El estudio se ha publicado en Science, e implica también a estos virus en el desarrollo de más enfermedades como la diabetes tipo I. Hasta la fecha el estudio se ha llevado a cabo con ratones, y los expertos plantean la posibilidad de utilizar vacunas para prevenir la acción de este virus.
¿CÓMO ACTÚA EL VIRUS?
El director de la investigación apunta que “el trabajo muestra que los virus intestinales pueden inducir al sistema inmunitario a reaccionar excesivamente al gluten y desencadenar el desarrollo de la enfermedad celíaca”. En otras palabras, que la acción del virus hace que nuestras defensas reaccionen contra el gluten y dejen de tolerarlo, una manera de proteger al organismo del virus.
Para el trabajo, se administró un reovirus humano común a ratones de laboratorio y el resultado fue una respuesta inmunitaria inflamatoria y una pérdida de tolerancia al gluten. Terence Dermody, autor del estudio y médico de la Universidad de Pittsburgh, apunta: “ahora estamos en condiciones de definir con precisión los factores virales responsables de la inducción de la respuesta autoinmune”.
PREDISPOSICIÓN DEL CUERPO
El estudio también constató que los pacientes que ya sufrían la enfermedad celícaca presentaban unos niveles mucho más altos de anticuerpos contra reovirus que las personas sin la enfermedad. Sin embargo, las personas celíacas presentaban también unos niveles mucho más elevados de un gen concreto y cuyo papel es fundamental en la pérdida de tolerancia oral al gluten. Esto indica que la infección con un reovirus puede dejar una marca en el sistema inmunitario, lo que podría provocar la intolerancia al gluten.
Los autores concluyen así con un punto clave en el desarrollo de la enfermedad celíaca. Por ejemplo, en los bebés, ya que la combinación de una infección de reovirus intestinal con la primera exposición al gluten podría crear las condiciones adecuadas para el desarrollo de la enfermedad. Así sería porque en el primer año de vida el sistema inmunitario está madurando y es susceptible a infecciones.
El investigador jefe del estudio afirma que en el futuro, cuando se tengan más estudios, “debería tenerse en cuenta la posibilidad de vacunar contra estos virus a niños con alto riesgo de desarrollar enfermedad celíaca”.
Con este trabajo, se da un paso mas para poder averiguar a qué responde nuestro organismo cuando deja de tolerar un cierto tipo de alimento o nutriente.