La plataforma online Nature Communications, de la prestigiosa revista Nature, ha publicado un estudio en el que se establece que el consumo de bebidas alcohólicas es el responsable de una mayor ingesta de alimentos. El estudio se ha realizado con ratones en los que, durante tres días, se les administró alcohol racionalmente y su consumo de alimentos se vio claramente modificado.
Si bien es cierto que beber alcohol da hambre, ahora los científicos han podido averiguar el porqué de esta causa-efecto, y es que el alcohol activa las mismas neuronas que estimulan el hambre. Hasta la fecha se desconocían los mecanismos que provocaban el aumento de apetito después de beber alcohol, ya que esta substancia es muy calórica y la ingesta de calorías normalmente suprime la señal de “apetito” en el cerebro.
MENOS ALCOHOL, MENOS HAMBRE
El experto Denis Burdakov ha sido el encargado de identificar los distintos mecanismos neuronales que generan el apetito tras la ingesta de alcohol. El estudio se ha realizado con ratones y los científicos han demostrado que los factores que se activan cuando tenemos la sensación de hambre, unas neuronas situadas en el hipotálamo, también son activados tras el consumo de alcohol.
Vieron también que no sólo aparecía la sensación de hambre tras el consumo de alcohol, sino que también se producía un exceso de hambre. Esto lo provoca el etanol, uno de los componentes del alcohol, siempre y cuando en ausencia de factores sociales que puedan provocar una sobre ingesta. El etanol activa las neuronas Agrp del hipotálamo, las responsables de abrir el apetito y provocar un excesivo consumo de alimentos.
Descubrieron también que si se eliminaba la actividad de estas neuronas, se eliminaba también la sobre ingesta de alimentos, con lo que se podría afirmar que eliminando o reduciendo el alcohol, se ven reducidos los factores que provocan una excesiva ingesta de alimentos.
MÁS ALCOHOL, MÁS OBESIDAD ABDOMINAL
Un estudio publicado en el European Journal of Clinical Nutrition afirma que el consumo de alcohol durante años produce un exceso de adiposidad abdominal con el consecuente aumento del perímetro de la cintura. Esto desencadena en la aparición de sobrepeso u obesidad con el paso del tiempo. Se analizaron los efectos de las bebidas alcohólicas “menos” dañinas, vino y cerveza, y se concluyó que la cerveza es peor que el vino en lo que a creación de grasa abdominal se refiere.
La investigación también reveló que:
- Los hombres que consumen más cerveza presentan un 75% más de riego que los que consumen vino (25%).
- Los hombres que consumen más de tres vasos de cerveza incrementan en un 50% las posibilidades de tener obesidad abdominal.
- En cuanto a las mujeres, se estima que aquellas que beben uno o dos vasos diarios de cerveza durante su vida tienen un riego de obesidad o sobrepeso mayor que aquellas que beben medio vaso de cerveza.
- Referente al consumo de vino, las mujeres que beben tres o más vasos diarios tienen un 60% más de posibilidades de padecer sobrepeso abdominal que las que no llegan a beber medio vaso.
- En los hombres, que beben tres o más vasos diarios, tienen un 28% más de posibilidades de padecer sobrepeso abdominal que los que no llegan a beber medio vaso.
Pues yo la verdad es que también lo noto, tomándome un simple chupito también se me aumenta el apetito. Aún así no crean que soy un consumidor diario de alcohol no se equivoquen, yo consumo bebidas alcohólicas y también no alcohólicas es decir también zumos, agua y refrescos a veces, en ese sentido no crean tampoco para mí llega a ser tan sencillo como otros tomar aún siendo un simple chupito de alguna bebida espirituosa que es lo que consumo en lugar de copas, porque para mí esas bebidas espirituosas me queman. En ese sentido soy o bien moderado bebiendo alcohol o más bien bebo poco alcohol, además no soy consumidor diario de alcohol y quizás sí que consuma alcohol en alguna que otra ceremonia como alguna boda o en alguna reunión social o simplemente en bares pero en el caso de bebidas espirituosas sólo en un chupito no en una copa.