Beber agua es crucial para una buena salud, puesto que más del 70% de nuestro cuerpo es agua. En realidad, somos más agua que otra cosa. Ésta ayuda a regenerar nuestras células, aporta oxígeno, regula nuestra temperatura, ayuda a eliminar toxinas y a limpiar nuestros órganos vitales, y nos facilita la pérdida de peso. Sin embargo, no siempre llegamos al consumo diario necesario para nuestro cuerpo.
Según las recomendaciones, la cantidad de agua necesaria varía en función de la edad y el sexo. Los niños de entre 9 y 13 años deben consumir unos 2,1 litros diarios. En adultos, las mujeres deben tomar alrededor de 2 litros diarios, mientras que en los hombres esta cantidad aumenta hasta los 2,5 litros. En el caso de mujeres embarazadas o en período de lactancia, la cantidad de agua también se ve aumentada. ¿Bebemos esta cantidad de agua? Aquí os dejo unos pequeños consejos para asegurar que nuestro cuerpo se mantenga bien hidratado.
1. AÑADE FRUTA A TU AGUA
Si el agua sola te parece insípida y te cuesta beber durante el día, trata de añadir rebanadas refrescantes de limón, pepino, lima, fresas o menta. ¡Las posibilidades son infinitas! ¡Verás qué sabor tan fresco y delicioso y verás qué bien te sienta!
2. LLEVA SIEMPRE TU BOTELLA DE AGUA
Puedes comprar una botella cada día o rellenar cantimploras de acero inoxidable o plástico homologado con agua. La cuestión es tener siempre a mano el agua, en tu lugar de trabajo, en tu casa, en el bolso, etc. Márcate la cantidad de la botella como reto a beber diariamente. Si las botellas de 2 litros te parecen demasiado, rellena varias veces botellas más pequeñas.
3. COME ALIMENTOS QUE TE HIDRATEN
El agua se encuentra en muchos alimentos que puedes añadir a tu dieta para una hidratación adicional. Pepinos, manzanas, ensaladas, cremas o consomés son sólo algunos ejemplos de alimentos ricos en agua que puedes elegir. Echa un vistazo a la lista de 30 alimentos hidratantes para tu inspiración. Además, debemos tener en cuenta que la mayoría de los alimentos hidratantes están llenos de vitaminas y minerales.
4. LA RICA INFUSIÓN
Sí, las infusiones deberían formar parte de nuestra dieta diaria. Actualmente existe una gran cantidad de opciones, mil sabores y mil colores. Añade infusiones a tu rutina alimentaria y, además del beneficio de las plantas, añadirás agua a tu cuerpo. Márcate una hora del día para tomarte tu infusión y haz de esto tu ritual saludable.
5. MANTENTE FIRME
Anota cuántos vasos de agua bebes cada día o qué cantidad de agua bebes de la botella. Simplemente anótalo en un cuaderno o descarga una aplicación en el móvil para ayudarte. De esta manera serás consciente de la cantidad que bebes de agua, si estas bien hidratado/a o por el contrario, necesitas aumentar tu dosis.
6. OJO CON SOBREPASARNOS
La hiponatremia es el consumo exagerado de agua y puede ser igual de malo que la deshidratación. Es también un peligro real. Puede provocar un descenso del sodio en nuestro cuerpo, lo que puede generar daños cerebrales, cardiovasculares o mentales. No debemos exceder los 7 litros de agua al día. Puede parecer exagerado, pero si realizamos grandes esfuerzos físicos es fácil llegar a consumir esta cantidad de agua durante todo un día. Como siempre, el equilibrio es la clave.
7. AGUA PARA SACIAR
El agua en sí no adelgaza: comer bien es lo que adelgaza. Bien es cierto que consumir un vaso de agua 30 minutos antes de las comidas ayuda a saciarnos y comer menos. Sin embargo, es importante recordar que beber agua durante la comida, o justo después, puede alterar el proceso de digestión. Por lo tanto, es mejor evitarlo.